Pasaron quince años desde que DAIA cerró, sin miramientos, el programa de investigación histórica: Proyecto Testimonio que había creado en 1992, tras la supuesta apertura de  inexistentes «archivos nazis«, por decreto presidencial de Carlos Menem.

De ésta manera, a través de su Centro de Estudios Sociales, DAIA contribuía a llenar un vacío historiográfico relacionado con: La actitud del Estado Argentino ante la llegada de criminales de guerra nazis, fascistas y rexistas, y ante el impacto en el plano cultural y político, a partir de 1933. Y, con:  La actitud el Estado Argentino ante la inmigración de judíos entre 1930 y 1950.

Una de las fuentes de la colección Testimonio, encontrada en el Archivo General de la Nación, formó parte de la documentación que posibilitó la extradición del criminal de guerra Erich Priebke, el comandante (Haupsturmfürer) de la SS que en 1944 dirigió la matanza de 355 civiles, en las Fosas Ardeatinas.

Cuando el Gobierno de Italia pidió la extradición de Priebke, DAIA aportó el documento correspondiente al pedido de rectificación de datos elevado a la Dirección Nacional de Migraciones por Priebke, en 1947. Así se probó que había ingresado al país con el nombre falso de Otto Pape. No obstante, Priebke tuvo gran atuación pública en Bariloche hasta que el Gobierno argentino concedió su extradición. 

¿Cómo explicar que DAIA tomara la decisión de cerrar el Proyecto Testimonio en 1997 cuando el progreso de la investigación histórica era tan importante? El argumento fue que  el gobierno de Menem creaba la CEANA.

¿Podría la CEANA, creada en el Ministerio de Relaciones Exteriores Comercio y Culto, durante el Gobierno de Menem, actuar con la autonomía que corresponde a una investigación académica, aun cuando se reconozca la jerarquía intelectual y la trayectoria del  Canciller Guido Di Tella en ese campo?

Quiero creer que esta pregunta no se la plantearon aquellos que decidieron ponerle punto final al Proyecto Testimonio.

Me tocó diseñar y dirigir el Proyecto Testimonio desde su creación en 1992 hasta 1997. Se formó un Consejo Académico Asesor del que participaron: Marcos Agunis, Natalio Botana, José Emilio Burucúa, Carlos Chiaramonte, Carlos Escudé, Carlota Jakish, Elizabeth Jelin, Marcelo Montserrat y Yaacov Rubel. Imposible olvidar el apoyo y el compromiso de estas personalidades con Testimonio. El entonces presidente de DAIA también formaba parte del Consejo.

Debí renunciar a la dirección del CES-DAIA y de Testimonio en abril de 1997 por que no se aceptó la  objeción que presenté ante el director ejecutivo de DAIA, Alfredo Neuburger, cuando me enteré que se habían presentado al Ministro del Interior, Carlos Corach, los originales del libro documental que estaba preparando. Ello ocurrió a espaldas del Consejo Académico Asesor y sin mi conocimiento.

En 1998, fui convocada como investigadora senior por la CEANA. Conté con la mejor disposición de los funcionarios diplomáticos argentinos, actuantes en los países en los que permanecían documentos del período estudiado.

Gracias a ello se pudo descubrir la Circular Secreta No 11, de 1938, en el archivo de la Embajada Argentina en Estocolmo. Lamentablemente, las limitaciones para ingresar al archivo de Policía Federal y otros archivos estatales, que resultaban indispensables para continuar mi tema de estudio, me decidieron a renunciar a la CEANA, en 1999.

Ciertamente, en la CEANA participaron respetados académicos cuyos trabajos resultaron de gran valía. Pero no se pudo abarcar el tema que fue motivo de la creación de Testimonio y que presuntamente debía ser continuado por la CEANA.

Mientras esto escribo me pregunto acerca de las consecuencias de la mirada estrecha.

Siempre es costoso incomodar al Poder, sea cual sea su naturaleza, pero ¿es ético-moral callar cuando organizaciones gubernamentales o privadas, para fortalecer su propio predicamento, traicionan los valores y principios que le otorgan legitimidad y sentido a su existencia?

En 2005, el Canciller Bielsa derogó la Circular No 11 en un acto público realizado en la Casa Rosada. Hasta ese momento seguía vigente aunque ya no se respetaran las instrucciones que restringían la inmigración de judíos a la Argentina. De pronto y fuera de lo porgramado anunciaron que el Presidente de la Nación, Dr. Néstor Kirchner, deseaba participar del acto. Por esta causa se demoró unos minutos la iniciación del mismo. Escuchó en silencio.

El valor simbólico de la derogación de la Circular No 11 fue muy importante para los sobrevivientes y para muchos de sus hijos, así lo atestigua Diana Wang, presidenta de Generaciones de la Shoah.

Beatriz Gurevich